Desde temprana edad estuvo rodeada de historias sobre los animales fascinantes que habitan en el mar, así como lo que ocurría en su interior, pero no fue si no hasta los 18 años de edad que conoció el mar por primera vez. Fue ahí donde quedo asombrada y maravillada ante su majestuosa belleza, su inmensidad, la tranquilidad que transmitía y los colores que emitía el agua a través de sus olas.
El cuestionarse si realmente eran verdaderas las historias contadas y el estar en contacto con la naturaleza, así como el tratar de comprender que es lo que sucede en el interior del mar, despertó su gran interés por el estudio del mar y las comunidades de animales marinos. Desde los 8 años soñaba con ser bióloga marina, sin embargo, decidió estudiar Biología y no fue sino hasta el 2014 cuando asistió a un curso de Anatomía de Rajiformes impartido en la UNAM, que se dio cuenta que su vocación era enfocarse a las rayas y tiburones.
Es egresada de la carrera de Biología de la Universidad Autónoma Metropolitana de la Ciudad de México, donde actualmente realiza la descripción de la anatomía del cráneo de una especie de tiburón martillo y donde colaboró en investigaciones relacionadas con la distribución y abundancia de las comunidades de peces óseos asociados a pastos marinos en la región noroeste de la península de Yucatán.
Su fascinación por las rayas y los tiburones la llevó a ser llamada a colaborar en el Proyecto Pristis México con el Dr. Ramón Bonfil en Océanos Vivientes A.C, donde se desempeña como ayudante en las salidas de campo, así como en el laboratorio, encargándose del análisis de datos a través de Sistemas de Información Geográfica, edición de videos, y labores administrativas.